El arte funcional, que ocupa ese tenue espacio entre las bellas artes y lo cotidiano, se refiere a objetos estéticos que cumplen propósitos utilitarios. El género es notablemente inclusivo: abarca todo, desde muebles e iluminación hasta platos e incluso libros. Si bien los términos "bellas" o "altas" artes generalmente se aplican a obras que transmiten una sensibilidad intelectual y emocional junto con una dosis de belleza tradicional, el arte funcional infunde estos ideales estéticos en cosas que tal vez nunca hubiera esperado ver como arte.